Nicolás Maduro podría abandonar el poder en Venezuela si el Gobierno de Estados Unidos acepta concederle amnistía, levantar las recompensas por su captura y garantizarle un exilio seguro, según reveló una investigación publicada por The Atlantic titulada “Why Venezuela?”.
De acuerdo con el reportaje, fuentes cercanas al régimen venezolano señalaron que “todo está sobre la mesa” y que Maduro incluso habría enviado una carta a Donald Trump el pasado 6 de septiembre, en la que calificó de “falsas acusaciones” los señalamientos sobre su presunta vinculación con el narcotráfico. En el documento, advirtió además que tales versiones “buscan justificar una escalada hacia un conflicto armado que causaría daños catastróficos en todo el continente”.
Un conflicto entre negociación y ofensiva militar
El artículo también detalla una pugna interna dentro del Gobierno estadounidense. Mientras el enviado especial Richard Grenell promovía un acercamiento con Caracas para permitir la participación de empresas norteamericanas en el sector petrolero y minero, el secretario de Estado Marco Rubio impulsaba una línea dura, buscando presentar a Maduro como líder de una organización narcoterrorista.
Pese a la falta de pruebas concluyentes, dicha narrativa habría convencido a Trump de autorizar operaciones militares en el Caribe y el Pacífico bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Según The Atlantic, esto ha derivado en el mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe desde la crisis de los misiles de 1962, con la participación del portaaviones USS Gerald R. Ford, ocho buques de guerra, aviones y un submarino nuclear.
Un dilema geopolítico para ambos países
La publicación advierte que Maduro enfrenta dos escenarios críticos: aceptar una salida negociada bajo condiciones de Washington o resistir una posible ofensiva militar. Los ataques norteamericanos ya habrían dejado más de 60 víctimas, mientras el régimen continúa sometido a sanciones y aislamiento diplomático.
Por otro lado, Trump también enfrenta un dilema político: negociar podría costarle el apoyo del influyente exilio venezolano y cubano en Florida —aliado clave de Rubio—, mientras que optar por una acción militar implicaría contradecir su lema de “Estados Unidos primero” y abrir un nuevo frente de guerra en el continente.
En este escenario de tensiones cruzadas, el futuro de Venezuela y la estabilidad regional permanecen en un delicado equilibrio, dependiendo de una decisión que aún no ha sido tomada.
