Durante la última semana, los casos de la COVID-19 en el mundo aumentaron un 11 % debido al auge de la más contagiosa variante ómicron en numerosos países, aunque los fallecidos globalmente bajaron un 4 %, lo que parece indicar una menor gravedad de muchos de los casos de la nueva cepa.
En ese sentido, según el informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 20 al 26 de diciembre se confirmaron 4,9 millones de casos en el planeta, la cifra más alta en casi siete meses, mientras que los fallecidos fueron 44 000, un número muy similar al registrado cada semana de los últimos tres meses.
De esta manera, América fue la región que registró un mayor aumento de casos la semana pasada, del 39 % (1,4 millones), mientras que Europa lideró en cifras absolutas, con 2,8 millones de contagios, un 3 % más que en los siete días anteriores.