En un contexto de creciente tensión geopolítica, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que los días de Nicolás Maduro como mandatario de Venezuela “están contados”. Las declaraciones se emitieron durante una entrevista con el programa 60 Minutes de CBS, en medio de movimientos militares estadounidenses en el Caribe.
Trump minimizó la posibilidad de un conflicto armado directo con Venezuela. Al ser consultado sobre si Washington podría entrar en guerra con Caracas, respondió: “Lo dudo. No lo creo”. Sin embargo, fue categórico al ser preguntado sobre la continuidad de Maduro en el poder: “Diría que sí. Creo que sí”, afirmó, sugiriendo que un eventual fin del régimen chavista es inminente.
⚠️ Contexto regional y acusaciones
Estados Unidos ha desplegado fuerzas militares y navíos en el Caribe, llevando a cabo operaciones contra presuntas embarcaciones vinculadas al narcotráfico. Washington ha denunciado a Maduro por delitos relacionados con narcotráfico y corrupción, lo que el gobierno venezolano rechaza tajantemente.
De acuerdo con informes recientes, se han registrado más de 15 incursiones militares estadounidenses en la zona marítima del Caribe y el Pacífico desde septiembre, dejando al menos 65 fallecidos. Investigadores y organizaciones de derechos humanos han calificado estas acciones como posibles ejecuciones extrajudiciales, aun cuando Estados Unidos sostiene que se trata de operaciones contra redes criminales.
Caracas acusa a Washington de utilizar la lucha antidrogas como “pretexto” para impulsar un cambio de régimen y apoderarse del petróleo venezolano, una narrativa que el chavismo sostiene desde hace años.
🔍 Un capítulo más en la tensión bilateral
Las declaraciones de Trump se suman a un largo historial de confrontación diplomática entre Estados Unidos y Venezuela, marcada por sanciones económicas, acusaciones judiciales y presión internacional. Mientras tanto, el gobierno de Maduro continúa enfrentando cuestionamientos globales y una profunda crisis interna.
El futuro de Venezuela sigue en el centro del debate hemisférico, con un escenario político que permanece abierto e incierto.
