Este domingo 7 de enero, el comandante general de la Policía ecuatoriana, César Zapata, confirmó que se desconocía el paradero de Adolfo Macías Villamar “Fito”, líder de Los Choneros. El criminal se encontraba recluido en una prisión en Guayaquil, de donde se fugó sin dejar rastro.
El lunes 8 de enero, Noboa declaró el Estado de Excepción, lo que implicó la suspensión de los derechos a la libertad de asociación, la inviolabilidad de domicilio, la inviolabilidad de correspondencia en las cárceles y la libertad de tránsito, entre las 23:00 y las 05:00 horas, durante 60 días.
Sin embargo, la situación lejos de mejorar, empeoró y durante la noche, pese al toque de queda, la guerra de las bandas criminales contra el Estado continuó con más actos de violencia en las calles de todo el país.
Durante la madrugada de este martes 9 de enero, cuatro policías fueron secuestrados, se registraron detonaciones de coches bomba y vehículos incinerados en Esmeraldas, Cuenca, Loja, Quito y Guayaquil.
A la par, un artefacto en el puente peatonal de Quito y un patrullero en Quevedo fueron detonados y tres policías en Machala y uno en Quito fueron secuestrados por estas bandas.
A esto se sumó que, hoy por la tarde, un grupo de criminales irrumpió durante la transmisión de Canal 10, conocido como TC, y secuestró a sus empleados. Uno de los encapuchados colocó un explosivo en la ropa de uno de los presentadores y lo obligó a hablar a la cámara y pedirle a la policía que se retirara del lugar. Se cree que hay un trabajador herido según se pudo observar en la transmisión web.
Momentos más tarde se conoció que hombres armados también ingresaron en la Universidad de Guayaquil, que ocasionó corridas de estudiantes y docentes en el campus, en busca de refugio.
Crédito: Infobae
