Este sábado, en el comienzo de la reunión de los ministros de Exteriores del G7, Estados Unidos y el Reino Unido alertaron a Rusia de las “graves consecuencias” que acarrearía una eventual incursión de sus tropas en Ucrania.
En ese sentido, los jefes de la diplomacia británica y estadounidense, Liz Truss y Antony Blinken, se reunieron antes del inicio de la cumbre que se celebra este fin de semana en Liverpool, coincidiendo en apoyar a Ucrania y en su “profunda preocupación” por la acumulación de tropas rusas junto a la frontera con ese país.
“Dijeron que cualquier incursión por parte de Rusia sería un error estratégico para el que habría serias consecuencias”, indicó un portavoz del Ministerio británico de Exteriores en un comunicado.
Asimismo, Truss y Blinken convinieron en la importancia de “defender y promover la libertad y la democracia”, así como en la necesidad de que el G7 muestre un frente unido en ese sentido.
