La NASA eligió una cresta cerca del cráter Shackleton en el polo sur de la Luna como destino de un experimento de extracción de hielo conectado a un módulo de aterrizaje robótico.
La decisión se basaría en que el área recibe suficiente luz solar para alimentar un módulo de aterrizaje para una misión de aproximadamente 10 días, al tiempo que proporciona una línea de visión clara a la Tierra para comunicaciones constantes.
De esta manera, se pueden realizar las tres demostraciones de tecnología planeadas, dentro de las que se incluye el experimento 1 de minería de hielo de recursos polares financiado por la NASA (PRIME-1).