Paolo Guerrero rompió su silencio y develó detalles de la extorsión que sufrió desde Trujillo luego fichar por la Universidad César Vallejo para competir en la Liga 1 y Copa Sudamericana.
El futbolista compartió los mensajes que recibió su mamá a través de WhatsApp el mismo día que se hizo pública su incorporación a la Universidad César Vallejo (2 de febrero). En las capturas se ven las fuertes amenazas, entre ellas la de un secuestro para pedir una recompensa millonaria.
La última advertencia contra Guerrero llegó ayer, miércoles 14 de febrero, desde otro celular: “Asi M blokeen los boy a tener loko a ti y a toda tu familia”.
Guerrero confirmó que él y su familia vienen recibiendo amenazas de muerte por parte de extorsionadores de Trujillo, por lo que desea terminar su vínculo contractual con la Universidad César Vallejo. Según el futbolista peruano, no quería que su pareja, la brasileña Ana Paula Consorte, se enterara del problema, pues acaba de dar a luz al segundo hijo en común de ambos.
De acuerdo con Paolo Guerrero, pese a las extorsiones, la UCV le pidió que viajara a Trujillo para que inicie la jornada de entretenimiento. El futbolista declinó y prefirió prepararse físicamente por su cuenta porque su segundo hijo con Ana Paula Consorte tenía pocos días de nacido.
El futbolista prefirió conversar con la brasileña sobre las extorsiones y acordaron como pareja que lo mejor era quedarse en Brasil, donde se encontraban seguros.
Sin embargo, su abogado Julio García, señaló que el equipo de los Acuña no lo quiere dejar libre para que continúe su carrera: “El club no quiere liberar a Paolo, básicamente el punto es o vienes a Trujillo o dejas de jugar al fútbol. El gobernador regional (César Acuña) dice que lo entiende, pero el club nos manda comunicaciones en otra dirección”, manifestó.
